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    Existen diversos tipos de lesiones deportivas que conocerlas y saber prevenirlas es realmente importante para evitar daños que alteren o finalicen la proyección de los deportistas. Por eso, la medicina deportiva es esencial para ayudar a realizar deporte de un modo seguro y efectivo. Si deseas conocer más y convertirte en un experto, no te pierdas nuestro blog. También te recomendamos que consultes nuestra Maestría en Psicología del Deporte para que aprendas a tratar todo este ámbito de manera profesional.

    ¿Qué son las lesiones deportivas?

    Las lesiones deportivas son aquellas que se producen cuando se realiza ejercicio y deben ser tratadas por la medicina deportiva. Suelen ser traumatismos musculares y traumatismos de articulaciones y ligamentos. Hoy en día existen muchas herramientas de imagenología, como las radiografías, las ecografías o las resonancias, que permiten evaluar los grados de las lesiones.

    Cuando hablamos de los distintos tipos de lesiones deportivas, no solo hay que tener en cuenta las fracturas óseas o contracturas, también lo son las contusiones, los esguinces, las luxaciones, las lesiones del tobillo, de los tendones o de la tibia. 

    Por eso, dependiendo del tipo de lesión deportiva, pueden aparecer diferentes síntomas como el dolor, la rigidez del músculo, calores, sensibilidad al tacto, hematomas, pérdida del movimiento total, etc.

    ¿Qué tipos de lesiones deportivas hay?

    Existen diversas clases de lesiones deportivas que suelen distinguirse a partir de la parte del cuerpo que se ve afectada. A continuación, te explicamos en qué consisten cada uno de estos tipos y cómo se producen. 

    Lesiones musculares

    Las lesiones deportivas musculares son de las más frecuentes, suelen ser graves y se deben tratar bien para evitar recaídas. Suelen ser consecuencia de traumatismos, movimientos forzados o del sobreesfuerzo. Dentro de este tipo de lesiones encontramos una clasificación más específica:

    • Lesiones musculares directas: estas se producen cuando el daño afecta de forma directa sobre el propio músculo.
    • Calambres: consisten en contracciones involuntarias que producen un dolor intenso en varios grupos de fibras musculares cuando se da un esfuerzo exagerado de estas. Dura poco tiempo y se produce cuando no se ha calentado suficientemente el músculo al inicio de la sesión de entrenamiento o al final, cuando aparece la fatiga. 
    • Contusiones: este tipo de lesión muscular se da cuando el músculo es golpeado, produciendo un dolor difuso y la inflamación de la zona. Es muy frecuente en los deportes de contacto.
    • Distensiones: se produce cuando se lleva al límite la elasticidad de un músculo, sin que llegue a producirse una rotura. Igual que las contusiones, producen un dolor difuso e inflamación en la zona. 
    • Roturas completas: las roturas musculares producen un dolor intenso y se pueden observar con el hundimiento de la zona afectada, que se pone roja y caliente. El tratamiento indicado en esta lesión consiste en cirugía. 
    • Desgarros o roturas fibrilares: la gravedad de este tipo de lesión depende de la extensión de la lesión, de si se rompen una o varias fibras del tejido y de su duración. Los desgarros más graves pueden producir una inmovilidad inmediata del músculo.

    Lesiones tendinosas

    Las lesiones que afectan a los tendones se suelen producir por una sobrecarga que genera pequeñas roturas de las fibras y dificulta el flujo sanguíneo. Son muy habituales entre las lesiones musculares. 

    Las lesiones tendinosas más frecuentes son:

    • Tendinitis:  cuando se inflama el cuerpo del tendón, aunque también puede afectar a la vaina o el peritendón. Conlleva un aumento del volumen y limita el movimiento. Si la causa es de pocos días, suele ser tendinitis aguda y cuando no mejoran en el tiempo es tendinitis crónica, que suelen evolucionar a tendinosis.
    • Tendinosis: en esta lesión hay un desgaste del tendón, no solo una inflamación. En el tratamiento de este tipo de lesiones, el descanso y la toma de antiinflamatorios perjudican la lesión. Por eso existen tratamientos multidisciplinarios que los especialistas recomiendan según cada caso. 
    • Rotura parcial: es una rotura de unas pocas fibras y se produce en los tendones más largos.
    • Rotura total: es la rotura completa del tendón y suele ocurrir en deportistas veteranos. 
    • Luxación: se producen al forzar demasiado un ligamento, separando los extremos de los dos huesos conectados. Es una lesión poco frecuente. 

    Lesiones articulares

    Son un tipo de lesiones deportivas que se producen frecuentemente. Hay que tener en cuenta que las articulaciones son uniones entre los huesos, como la rodilla o el codo. 

    • Lesiones articulares óseas: estas pueden ser fracturas parciales o totales del hueso. También se pueden dar luxaciones, que provocan la salida de la posición normal de los huesos de la articulación afectada. 
    • Cartílagos: los cartílagos cubren los extremos de los huesos para evitar la fricción entre huesos. Una de las lesiones deportivas de cartílagos más frecuente es la condromalacia, que altera el cartílago a causa de un traumatismo. 
    • Bursas: estas estructuras se encuentran entre los músculos, los tendones y los ligamentos para evitar su fricción durante el movimiento. La lesión más frecuente es la bursitis, a causa de contusiones y movimientos repetitivos. 
    • Membrana sinovial: estas membranas, llenas de líquido sinovial, cubren las articulaciones para ejercer su protección. La sinovitis es la irritación de esta a causa de un golpe, una mala postura o una torcedura de una articulación. 

    ¿Cómo prevenir los distintos tipos de lesiones deportivas?

    Teniendo en cuenta los beneficios que nos aporta el ejercicio físico, es mejor hacer deporte y seguir algunas técnicas para prevenir las lesiones deportivas. Las técnicas más básicas para evitar sufrir daños son el calentamiento y los estiramientos. 

    Antes de iniciar cualquier deporte, hay que calentar nuestro cuerpo y aumentar el flujo de sangre, así preparamos nuestro cuerpo. Por otro lado, los estiramientos hay que realizarlos antes y después de una sesión deportiva, y consisten en estirar al punto de tensión los músculos para aumentar la flexibilidad, factor que evita muchas lesiones.

    Otro elemento a tener en cuenta cuando vamos a ejercitar nuestros cuerpos es usar el equipo adecuado. Por ejemplo, escoger el calzado más adecuado para tus pies te protegerá de muchas lesiones. También, llevar una buena alimentación te ayudará a recuperarte y tener suficiente energía para proteger los tejidos musculares que están en constante trabajo. 

    Por último, también es importante respetar a los compañeros en los deportes de equipo e ir con el suficiente cuidado para evitar lesiones a los demás.