En los últimos años, la hipnosis se ha convertido en una herramienta solicitada por muchas personas que quieren superar algún problema o trauma que no les deja tener mayor calidad de vida. Se le conoce como hipnoterapia o sugestión hipnótica, ya que es un estado similar al trance en el que se experimenta un centro de atención más intenso. Pero, ¿en qué consiste esta técnica y cuáles son sus fundamentos para que algunas personas acudan tanto?
Hoy te explicaremos todo ello y algunas de sus ventajas y efectos cuando se aplica a través de un terapeuta capacitado. Así que, ¡vamos a ello!
Índice de contenidos
¿Para qué sirve la hipnosis?
Según la American Psychological Association (APA), la hipnosis es un aumento de la capacidad para responder a las sugestiones, aumentando la focalización de la atención y reduciendo la percepción de información periférica. Es una técnica antigua que ha sido validada en laboratorios, estudios controlados y técnicas de neruoimagen.
La hipnoterapia suele usarse para afrontar el estrés y la ansiedad y para otras afecciones, entre ellas:
- Dolor físico: la hipnosis ayuda a aliviar el dolor provocado por quemaduras, cáncer, parto, fibromialgia, problemas de articulación, procedimientos dentales o dolores de cabeza.
- Pérdidas de aire: los síntomas de sofoco relacionados a la menopausia se pueden aliviar con la hipnosis.
- Alteraciones en la conducta: la hipnoterapia se ha usado con éxito en el tratamiento para el insomnio, la depresión, el consumo excesivo de alimentos y el tabaquismo.
- Trastornos de salud mental: puede ayudar a tratar los síntomas de ansiedad, fobias y estrés postraumático.
¿Qué permite la hipnosis?
Cuando una persona está en hipnosis es más flexible a cambiar su conducta, sus pensamientos y sus creencias, siendo más fácil el proceso terapéutico. Esto facilita que los objetivos de la terapia se consigan de manera más rápida, ya que la hipnosis actúa de recurso facilitador para conseguir resultados que la persona desea.
¿Podrías imaginar estar en estado de calma y relajarte en cuestión de segundos? ¿Poder abordar temas que te causan conflicto en un estado de completo relax? La hipnosis te ayuda a enfrentarte a tus problemas sin alterarte y creando en el momento recursos que después podrás usar durante tu vida.
¿Cuál es la base de la hipnosis?
Desde una perspectiva clínica, la hipnosis puede ser considerada como el grupo de técnicas que usan la sugestión de manera formal para generar cambios en la conducta de las personas. Y aquí llegamos a la clave de todo el asunto.
La base fundamental de la hipnosis es la sugestión que consiste en las respuestas que da el hipnotizado a las sugestiones del hipnotizador. En el proceso hipnótico, el paciente sigue las sugestiones que se le dan, dejando en manos del hipnotizador el control total de su conducta.
En la terapia cognitivo conductual se hacen indicaciones que podrían pensarse como sugestiones. Por ejemplo, se sugiere a los pacientes que cambien cierta conducta. Para ello se emplea la sugestión directa o metáforas indirectas.
Elementos de una hipnoterapia
Al hacer una hipnosis, el terapeuta explica el proceso y analizará los objetivos del tratamiento. Después, el terapeuta habla en tono amable y describe imágenes que generen una sensación de relajación y bienestar.
Cuando la persona está en estado receptivo, el terapeuta sugiere maneras de alcanzar sus objetivos, como reducir dolores o eliminar alguna adicción. El terapeuta también puede ayudarte a visualizar imágenes mentales significativas para la persona mientras alcanza sus objetivos. Al finalizar la sesión es posible salir de la hipnosis por sí solo o que el terapeuta ayude a salir del estado de relajación.
Así, existen ciertos elementos fundamentales en este proceso que te explicamos a continuación.
Consentimiento
Toda terapia requiere de consentimiento por parte de la persona y el terapueta. Al dar consentimiento, el paciente puede entrar con mayor facilidad en un estado hipnótico en el que la conciencia es menos crítica y está modificada, dejando de controlar la realidad que le rodea.
De tal manera, su conciencia se hace más permeable. Es decir, permite que el inconsciente acepte un nuevo mensaje más adaptado a su realidad y las experiencias negativas del pasado no influyan en la toma de decisiones del presente.
Fijación
La fijación es donde el paciente colocará el foco de atención principal. Con esta fijación de su percepción indica de forma implícita que consiente la sugerencia del terapeuta y satura su conciencia. Cuando estas percepciones las fija en el interior, el control de la conciencia del paciente coincide con el control de las inducciones. Así, se hace un vínculo entre el terapueta y el paciente.
A partir de este instante, el paciente relaciona al terapeuta como su conciencia. Es decir, el paciente percibe como suyo lo que escucha del terapeuta y lo hace de manera inconsciente.
Sugestión
Como hemos mencionado, la sugestión es el elemento indispensable en la inducción hipnótica. La sugestión es un mensaje en el que es más importante la forma de comunicarlo que el contenido de este. Por lo tanto, el ritmo de la voz y el tono son los factores sugestivos del mensaje.
Además, el simbolismo de la sugestión debe ser coherente con el marco de referencia del paciente. Este debe sentirse como si estuviera en casa.
¿Dónde aprender de la hipnosis?
Si quieres aprender a profundidad sobre el proceso hipnótico, te recomendamos la Maestría en Psicología Holística. En su pack formativo encontrarás toda una unidad relacionada con la hipnosis en la que podrás aprender los siguientes conceptos:
- Fundamentos de la hipnosis.
- Teorías de la hipnosis.
- Trance hipnótico y respuestas ideodinámicas.
- Mitos de la hipnosis.
- Leyes de la sugestión.
- Lenguaje hipnótico.
- Comunicación sugestiva verbal.
- Preguntas estratégicas y lenguaje evocador.
- Etapas de la hipnosis.
- Reorientación o salida.
Además, estudiarás el conocimiento sobre el ser humano y realizarás un estudio del mismo desde la totalidad de su ser. Incluyendo el estudio del comportamiento, de la cognición y la espiritualidad del individuo para alcanzar un conocimiento pleno y completo del mismo.
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