El trastorno fonológico, también conocido como trastorno articulatorio, es la incapacidad para producir correctamente los sonidos de algunas palabras. Los niños que presentan este tipo de problema suelen utilizar solo algunos sonidos para formar palabras, pero no los que se esperarían para alguien de su edad.
Si te interesa profundizar en los trastornos del neurodesarrollo, puedes hacerlo a través de nuestra maestría en detección y atención del autismo. Esta formación te permitirá conocer las distintas discapacidades intelectuales, por un lado, y los problemas en la comunicación por el otro. Se trata de una formación amplia cuyo objetivo es garantizar a nuestros alumnos el mejor aprendizaje posible. ¿Quieres conocer más del tema? Sigue leyendo y no te pierdas el blog.
Índice de contenidos
¿Qué es un trastorno fonológico?
Los niños que presentan algún trastorno fonológico suelen tener dificultades para formar sonidos cuando hablan. Puede que estos problemas estén dirigidos a la articulación de sonidos particulares. Esto puede dificultar la capacidad de ser entendidos, modular su volumen y sincronizar el habla. Incluso, puede causar, el tartamudeo o el ceceo.
Síntomas
Los principales síntomas que podemos encontrar en aquellos niños que presentan algún trastorno fonológico son:
- Dificultad para coordinar los movimientos involucrados en el habla, tales como la mandíbula, la lengua y los labios.
- Dificultad para comprender el habla tras los tres años de edad.
- Problemas a la hora de producir sonidos específicos.
- Un desarrollo del habla retrasado en comparación con otros niños de la misma edad.
- Deficiencias en la coordinación de los músculos faciales.
- Presencia de voz ronca, áspera o nasal.
- Cambio abrupto en el timbre y en el volumen de la voz.
- Quedarse sin aire cuando se habla.
- Tartamudear y cecear.
Tipos de trastorno fonológico
Podemos diferenciar entre cuatro tipos de trastornos fonológicos diferentes:
- Dislalia evolutiva. Se trata de la fase del proceso de aprendizaje en el que el niño aprende a pronunciar palabras y sonidos.
- Dislalia funcional. En este caso, los órganos encargados de articular los fonemas y los involucrados en el habla tienen algún problema que dificulta la producción del sonido. Es el trastorno que se diagnostica con mayor frecuencia de los cuatro tipos existentes.
- Dislalia orgánica. El trastorno, en este caso, se debe a que los órganos articulatorios funcionan mal debido a una anomalía o a una malformación.
- Dislalia audiógena. Los niños con este problema no escuchan bien los fonemas y, por lo tanto, tampoco los pueden reproducir adecuadamente.
¿Qué causa el trastorno fonológico?
Este trastorno se presenta generalmente en los niños, aunque también puede tener lugar en niñas. En algunos casos, el origen puede llegar a ser genético. No obstante, las principales causas del trastorno fonológico infantil son:
Discapacidad intelectual
La discapacidad intelectual es una de las causas por las que un niño puede padecer un trastorno del habla. En estos casos, la presencia de un trastorno fonológico suele ser un síntoma de otro problema, en lugar del trastorno principal.
Pocas o escasas habilidades motoras
Cuando un niño tiene escasas o pocas habilidades motoras, es posible que sea, además, una de las causas de los trastornos fonológicos. Quienes sufren este trastorno presentan, habitualmente, fallos en la motricidad fina y también dificultades en las articulaciones.
Dificultad en la percepción espaciotemporal
Los niños que presentan dificultades en cuanto a la percepción de los espacios y del tiempo, también pueden tener dificultades cuando llegue el momento de pronunciar sonidos y fonemas, los cuales constituyen las palabras. Esto puede provocar el desarrollo de un trastorno fonológico.
Incomprensión o mala discriminación auditiva
Algunos niños pueden presentar trastornos fonológicos porque, tal vez, son incapaces de percibir los sonidos de la forma correcta. También existe otra posibilidad, que es que sean capaces de distinguir los sonidos, pero que a la hora de integrarlos tengan dificultades.
Problemas psicológicos
Los trastornos de tipo fonológico pueden aparecer por distintos motivos. Algunos de ellos son los ambientes poco afectivos o que generan una sobreprotección, el estrés o incluso las carencias emocionales o familiares. Algunas de estas causas pueden desembocar en trastornos de tipo fonológico, pero también en otros dentro del ámbito lingüístico.
¿Cómo tratar el trastorno fonológico?
A la hora de tratar trastornos de carácter fonológico, las distintas actividades se diseñarán enfocadas hacia al reorganización cognitiva. Esto es debido a cuatro objetivos principales de este tratamiento:
- La eliminación de patrones equivocados.
- La ampliación de la producción del léxico, así como de su expansión.
- Poder establecer matices de sonidos.
- El incremento de la inteligibilidad.
Debido a que la mayor parte de los trastornos fonológicos tienen su origen en el área cognitiva, la terapia pone el foco en mostrar al niño las consecuencias de los errores en el proceso de comunicación. Algunas de las actividades que se pueden hacer para mejorar la comunicación del pequeño son:
- Jugar con las rimas.
- Contar sílabas.
- Separar y aislar sílabas.
- Conocer la posición de los distintos fonemas.
- Diferenciar qué fonemas son iguales y cuáles son diferentes.
- Incluir sílabas.
- Eliminar sílabas.
- Invertir sílabas.
- Cambiar el orden de las sílabas.
Finalmente, muchos trastornos de tipo fonológico incluyen también otros aspectos del habla. Por este motivo, es muy recomendable que se aborde esta situación a través de un enfoque integral que englobe la fonética, la articulación y cualquier otro aspecto clave en el caso particular que se esté tratando.
¿Dónde formarse sobre los trastornos del desarrollo?
Para profundizar más en los trastornos fonológicos y en otros aspectos clave del desarrollo, puedes hacerlo a través de nuestra oferta formativa especializada en trastornos del desarrollo. Con nuestras maestrías online, te formarás no solo en trastornos fonológicos, sino también en desarrollo cognitivo, necesidades educativas especiales y actuaciones específicas en el ámbito familiar y educativo, entre otros.
Además, a la hora de profundizar en los orígenes de este tipo de trastornos, también puedes consultar nuestras maestrías especializadas en psicología y coaching. A través de una amplia gama de cursos y especializaciones, te formarás y complementarás tu currículum para diferenciarte de los demás y dar un paso más en aquello que de verdad te apasiona.
¿Qué esperas? ¡Solicita información sin compromiso y estudia para convertirte en un experto!