Escuchar la mención de neoplasias hematológicas causa a menudo asombro y dolor. De ahí, la importancia de conocer el proceso y poner ojos y corazón en su detección, valoración, estudio y tratamiento. Ese es el compromiso de los profesionales que se dedican a esta área con la comunidad. ¿Quieres saber en qué consiste este concepto? Sigue leyendo, te contamos algunas claves para entenderlo.
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¿Qué son las neoplasias hematológicas?
Una neoplasia se define como “una proliferación incontrolada, excesiva, autónoma e irreversible de células, con características en forma y función diferente a sus precursoras”. Afectan a la población anciana de forma predominante, aunque en los últimos años se ha presentado un incremento en los adultos menores de 40 años, e incluso menores de 30.
El cáncer hematológico o neoplasia hematológica (nh) o maligna se presenta en los tejidos que forman los componentes de la sangre, como la médula ósea. Y hace que se generen altas cantidades de células sanguíneas anormales.
La sangre, la médula ósea y los ganglios linfáticos, como partes del sistema hematopoyético, están conectados a través del sistema inmune. Por lo tanto, una afección maligna que impacte a cualquiera de ellos termina por afectar a los demás.
¿Cuáles son sus causas?
Estas nh comprenden un grupo diverso de enfermedades malignas en las células de la sangre. Las causas más usuales de estas patologías son translocaciones en los cromosomas y mutaciones en cualquiera de las células del cuerpo (excepto en el esperma y óvulos). De este modo, se requiere un enfoque a nivel del ADN molecular en el diagnóstico y tratamiento de las neoplasias hematológicas. Algunos factores que pueden desencadenar su presencia son hábitos poco saludables como los siguientes:
- Tabaquismo.
- Alimentación alta en grasas y pobre en nutrientes.
- Consumo de bebidas alcohólicas.
- Infecciones virales.
- Exposición a sustancias tóxicas o radiación.
A pesar de que la comunidad médica considera estas afecciones como cáncer, no son tratadas directamente por los oncólogos. En su lugar, son canalizadas a los especialistas en hematología.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de enfermedad. Algunos de los más frecuentes son los siguientes:
- Cansancio, palidez y dificultad para respirar debido a la disminución de los glóbulos rojos en la sangre (anemia).
- Fiebre, picor e inflamación del bazo y de los ganglios linfáticos.
- Se pueden presentar síntomas inespecíficos como sudoración nocturna, fiebre, pérdida de peso y del apetito, dolor óseo en articulaciones y extremidades.
- Presencia de hematomas (manchas cutáneas) y petequias como resultado del descenso plaquetario en la sangre.
- En el 5-8 % de los adultos se produce una afectación del sistema nervioso central, presentándose cefalea, náuseas, vómitos y dolor.
¿Cuáles son los tipos de neoplasias hematológicas?
De una forma general y práctica, las nh forman un grupo de enfermedades que incluye las siguientes divisiones:
- Leucemias agudas y crónicas. La leucemia es una enfermedad que afecta a la sangre y la médula ósea. Su tipo se diagnostica basándose en el tipo de célula afectada y su maduración. El proceso inicia cuando las células sanas de la sangre modifican su función y se desarrollan sin control. Las cuatro clases más comunes de leucemia son:
- Leucemia linfocítica aguda.
- Leucemia mieloide aguda.
- Leucemia linfocítica crónica.
- Leucemia mieloide crónica.
- Linfomas. Es un cáncer que se desarrolla en el sistema linfático, principalmente, se diagnostica:
- El linfoma de Hodgkin.
- El linfoma no Hodgkin.
- Mieloma múltiple. Es una enfermedad que inicia en la médula ósea y afecta a las células plasmáticas.
- Enfermedades mieloproliferativas. Son un grupo de patologías de la médula ósea en las cuales se produce un exceso de células.
¿Cómo saber si la neoplasia es benigna o maligna?
Las neoplasias son benignas cuando crecen, a veces mucho, pero no se diseminan. Tampoco invaden los tejidos adyacentes ni otras partes del cuerpo.
Las masas malignas suelen diseminarse por el organismo o invadir los tejidos cercanos. También es posible que se dispersen a través de la sangre y el sistema linfático a otras partes del cuerpo.
Algunos tipos de cáncer no generan un tumor. Estos comprenden las leucemias, el mieloma y la mayoría de los tipos de linfoma. En los siguientes casos, las patologías de los glóbulos rojos se consideran enfermedades benignas:
- Anemias hemolíticas congénitas y adquiridas.
- Anemias sideroblásticas.
- Patologías de la coagulación que incluyen enfermedades de las plaquetas y factores de la coagulación.
- Patologías de los glóbulos blancos.
- Patologías relacionadas con el bazo.
- Patologías relacionadas con los ganglios linfáticos, infecciosas o no infecciosas.
- Alteraciones de la inmunidad.
La hematología maligna comprende, principalmente, la atención de los siguientes tumores:
- Leucemias agudas y crónicas.
- Linfomas.
- Desórdenes malignos de las células plasmáticas.
- Síndromes mielodisplásicos.
- Neoplasias mieloproliferativas.
¿Qué es una neoplasia cancerosa?
La neoplasia maligna, también llamada cáncer, neoplasia cancerosa o tumor maligno, se caracteriza por una proliferación celular, anormal y descontrolada.
Las neoplasias hematológicas, frecuentemente, están diseminadas en el momento del diagnóstico, con afectación de la médula ósea. Son altamente sensibles a la quimioterapia o la radioterapia, por lo que se suelen tratar con quimioterapia agresiva y, en ciertos casos, con trasplante de precursores hematopoyéticos.
A pesar de que las células malignas se multiplican de manera autónoma y descontrolada, es posible el diagnóstico precoz. De esta manera, el rápido inicio del tratamiento de una neoplasia maligna podría curar la enfermedad. Además, es posible mejorar la calidad de vida del paciente.
Dónde aprender sobre las neoplasias hematológicas
Desde un punto de vista integral, el impacto de un mieloma múltiple en la salud es relativamente bajo. Principalmente, si se compara con condiciones patológicas más frecuentes como las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, los días de incapacidad que generan los pacientes en sus centros de trabajo y el alto costo del tratamiento implican un impacto importante.
Así, estudiar la Maestría internacional en oncología general e investigación podrás aprender los fundamentos y conceptos clave de este ámbito. El programa está diseñado para conocer los métodos diagnósticos en el paciente oncológico, las neoplasias hematológicas, los diferentes tipos de cáncer y sus características. Además, se estudian los factores de riesgo y prevención, las pruebas de detección, avances y tratamientos en los distintos tipos de cáncer.
Participa acertadamente en la detección, tratamiento y seguimiento de las neoplasias hematológicas. Prepárate para conocer sobre el bienestar de las personas que llegan a desarrollar la afección.