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    La música es un lenguaje universal capaz de despertar emociones, estimular recuerdos y generar bienestar. No es casualidad que sea uno de los recursos más utilizados para influir en el estado de ánimo y acompañar procesos de salud. Pero, ¿sabes qué géneros musicales son los más efectivos para ello? En este artículo exploraremos los beneficios de la música, en qué consiste la musicoterapia, qué trastornos puede tratar y cuáles son los estilos más influyentes en este ámbito.

    Además, si deseas dar un paso más y formarte en esta disciplina, te invitamos a conocer nuestra Maestría en Musicoterapia, un programa completo que abarca desde los fundamentos de la música hasta la fisiología y anatomía de la audición, el papel del musicoterapeuta y las aplicaciones prácticas de esta terapia. Una oportunidad ideal para adquirir competencias profesionales y ampliar tus conocimientos en el sector.

    Maestría Internacional en Musicoterapia

    ¿Qué es un género de música y cuántos tipos existen?

    No hay un número exacto, porque la música está en constante evolución y cada cultura aporta nuevas expresiones. Sin embargo, los especialistas suelen hablar de más de 30 géneros principales, de los que se desprenden cientos de subgéneros.

    Algunos de los géneros musicales más reconocidos son:

    • Música clásica: basada en composiciones orquestales y académicas.
    • Jazz: nacido en EE. UU., con improvisación como elemento central.
    • Blues: origen afroamericano, precursor de muchos géneros modernos.
    • Rock: uno de los estilos más populares del siglo XX y XXI.
    • Pop: música comercial de gran difusión y alcance global.
    • Hip hop / Rap: con raíces urbanas y líricas potentes.
    • Reguetón y música urbana: derivados del dancehall, rap y ritmos latinos.
    • Música electrónica: techno, house, trance y más.
    • Folclore y música tradicional: expresiones propias de cada cultura.
    • Música latina: salsa, bachata, merengue, cumbia, tango, entre otras.

    En realidad, cada género puede ramificarse en subgéneros. Por ejemplo, el rock incluye hard rock, punk, indie, progresivo, metal, etc.

    Géneros musicales en musicoterapia

    En musicoterapia no se limita el uso a un solo género, sino que se selecciona la música en función de las necesidades emocionales, cognitivas o físicas de cada persona. Aun así, existen géneros que se utilizan con más frecuencia por su capacidad para inducir calma, estimular recuerdos o motivar la expresión emocional.

    Algunos de los más comunes son:

    • Música clásica: muy utilizada por su estructura armónica y su efecto relajante. Compositores como Mozart, Bach o Beethoven suelen emplearse en sesiones para favorecer la concentración, reducir la ansiedad y estimular funciones cognitivas.
    • Música instrumental (new age, ambiental, piano o cuerdas): recomendada para la relajación profunda, la meditación y el manejo del estrés.
    • Jazz y blues: favorecen la expresión emocional y ayudan a trabajar estados de ánimo vinculados con la tristeza, la melancolía o la resiliencia.
    • Música folclórica o tradicional: tiene un gran valor en musicoterapia, sobre todo para personas mayores, porque conecta con recuerdos, identidad cultural y experiencias de vida.
    • Música pop y contemporánea: especialmente útil con adolescentes o jóvenes, ya que facilita la conexión, la comunicación y la identificación personal.
    • Ritmos latinos y percusivos (salsa, cumbia, batucada, tambores africanos): estimulan el movimiento, la coordinación y la interacción grupal. Muy usados en musicoterapia activa para trabajar motricidad y socialización.
    • Cantos gregorianos o música espiritual: aplicados en sesiones que buscan generar calma interior, conexión espiritual o reducción de ansiedad.

    ¿Qué es la musicoterapia y para qué sirve?

    La musicoterapia consiste en el uso de la música o sus elementos como herramienta para tratar las necesidades de la persona. Entre sus funciones está la de fomentar y facilitar el aprendizaje, la comunicación, el movimiento e incluso la capacidad de relacionarse del individuo. Para ello, en las sesiones de musicoterapia se trabaja con unos géneros musicales, instrumentos o la misma voz. La intención es que se interactúe y se obtengan respuestas de los participantes. A través del ambiente relajado que se produce, es más fácil aprender y liberar las emociones.

    Por consiguiente, estamos hablando de una disciplina que está relacionada con la medicina, la creatividad y el sector humanístico. Esta terapia, como tal, no emplea únicamente la música para escucharla, sino que también trabaja con sus elementos: melodía, armonía, ritmo y letra. El objetivo siempre va a ser adaptarla a las necesidades de los pacientes.

    ¿Qué es un musicoterapeuta?

    La persona con una titulación de musicoterapeuta suele tener conocimientos previos en áreas de psicología, medicina, docencia o enfermería. Posteriormente, ha complementado su formación con la musicoterapia para aplicar las herramientas y los beneficios que aporta la música en su campo laboral.

    Una persona especializada en musicoterapia puede evaluar el bienestar emocional, el funcionamiento social, las habilidades cognitivas y de comunicación e incluso la salud física de alguien mediante la reacción o respuesta a la música. ¿Qué quiere decir esto exactamente? El musicoterapeuta investiga y detecta aspectos que se pueden mejorar y reforzar como: la concentración, la organización, la memoria, las habilidades comunicativas, la gestión emocional o la motricidad. Por lo tanto, usa la música y sus elementos de forma grupal o individual con la finalidad de mejorar la salud emocional, intelectual, comunicativa, social y física, buscando encontrar el bienestar del individuo en todos sus aspectos.

    Técnicas de musicoterapia

    La música como terapia es muy beneficiosa para variados grupos sociales. En la musicoterapia, hay diversas técnicas que se emplean dependiendo de las necesidades de las personas a las que se va a tratar.  A continuación, vamos a conocer los métodos usados comúnmente en estas sesiones.

    Tocar instrumentos musicales

    Es una forma de expresar las emociones. Tocar un instrumento es una opción para mejorar las habilidades motoras y de coordinación. Y, al tocar en grupo se trabajan las relaciones sociales, la cooperación y, el trabajo en equipo.

    Cantar

    Cantar implica usar la voz, por lo que se trabaja el control de la articulación y la respiración. Además, la actitud de la persona mejora, la voz es más potente al hablar y al expresarse. Si se canta en grupo, se mejoran las habilidades sociales.

    Bailar

    El baile se conoce como uno de los métodos más populares para la expresión natural y como finalidad creativa. El cuerpo de la persona expresa sus emociones mediante movimientos espontáneos o planificados. Se libera estrés y se aprenden pasos individuales o en grupo, abriendo nuevos canales comunicativos.

    Escribir canciones

    En ocasiones, escribir lo que se siente es mucho más fácil que comunicarlo en voz alta. Por ello, escribir canciones puede llegar a ser una salida con la que expresar las emociones, los pensamientos y comprender mejor los sentimientos.

    Ritmos

    Producir ritmos o imitarlos tiene la finalidad de desarrollar y mejorar la coordinación. Dependiendo del paciente, esta técnica es útil para disminuir la ansiedad y ayuda a conseguir la relajación.

    ¿Cuál es el género de música más relajante?

    La música en sí, como ya hemos visto, ofrece numerosas ventajas. Algunos géneros musicales determinados pueden ser una vía para relajarnos, mejorar nuestro estado anímico o nuestra concentración. Algunos de estos son géneros que son de ayuda para llegar a este punto son:

    • Música lounge: se basa en géneros como la electrónica, el jazz y muchos otros. Mezcla distintos ritmos con poca instrumentación.
    • Música clásica: la más empleada y que demuestra grandes resultados. Tiene la función de transmitir emociones a quienes la escuchan. Suele ser utilizada para ejercicios de relajación.
    • Música de meditación: se trata de la combinación de música clásica y los sonidos de la naturaleza.
    • Música Chill Out: incluye diversos estilos de música electrónica que tienen en común la base electrónica, un ritmo suave y matices experimentales.

    ¿Qué enfermedades se pueden curar con la musicoterapia?

    La musicoterapia se usa como complemento para tratar distintas patologías. Por ejemplo, los géneros musicales y sus elementos son una herramienta que producen una experiencia sensorial y trabajan todas las áreas cerebrales de la persona al mismo tiempo. Hay una franja de edad en la que se emplea con mayor frecuencia, que es la etapa infantil y adolescente.

    Los beneficios de la musicoterapia se demuestran en el caso de la rehabilitación posterior a padecer algunas enfermedades, para mejorar el bienestar o en la educación. En otros casos, es igualmente ventajoso para la gestión de las emociones tras abuso sexual, malos tratos o una situación traumática. Su eficacia también está demostrada en el proceso de recuperación de la movilidad o en enfermedades como el Parkinson.

    En algunos centros sanitarios, la musicoterapia se emplea como método con el que mejorar el estado anímico, disminuir la ansiedad y como tratamiento al que recurrir para prevenir estados depresivos. Además, las sensaciones positivas que produce la música llega a disminuir el dolor de algunas enfermedades.