Muchas personas se muestran incrédulas cuando se habla de los beneficios de la musicoterapia. Si tú también tienes dudas acerca de sus ventajas, no te pierdas este artículo. Te contamos qué es esta terapia y cómo puedes beneficiarte de ella. Además, recuerda que en Escuela ELBS podrás formarte en el ámbito de la psicología y el coaching. Echa un vistazo y pide información sin compromiso.
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Índice de contenidos
Musicoterapia: qué es y cómo se aplica
Antes de descubrir cuáles son los principales beneficios de la musicoterapia debemos tener claro qué es. Se trata de una terapia que se basa en el uso de la música o sus elementos para facilitar o mejorar ciertos ámbitos de la vida. Así, podría tener influencia sobre la relación interpersonal, la comunicación, el movimiento, el aprendizaje y la expresión física, emocional, social o cognitiva de las personas, entre muchos otros.
Esta terapia puede aplicarse de diferentes formas y, generalmente, se considera como una de las terapias emergentes creativas, no verbales. A modo de resumen, conocemos que se puede realizar de cuatro grandes maneras según la experiencia musical necesitada. Estos tipos son:
- Improvisación: Esta técnica se centra en la expresión libre y espontánea. No hay reglas ni estructuras fijas; el individuo crea música en el momento, permitiéndole expresar emociones sin palabras.
- Composición: Aquí, el individuo crea una pieza musical estructurada. Puede ser un medio para narrar una historia o canalizar sentimientos y experiencias a través de la música.
- Escucha: Se basa en oír música seleccionada con un propósito terapéutico. Ayuda en la introspección, reflexión y puede evocar emociones que guían el proceso terapéutico.
- Recreación: En esta modalidad, el paciente aprende y reproduce piezas musicales existentes. Sirve como medio para conectar con emociones y recuerdos asociados a la música.
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Beneficios de la musicoterapia
Ahora que ya sabemos qué es la musicoterapia y cómo se aplica, podemos comprender cuáles son los principales beneficios de la musicoterapia aplicada. Como bien sabrás, la música es un protagonista indiscutible en la vida del ser humano.
Desde tiempos inmemoriales la música se usa como un medio de comunicación no verbal y un método de expresión. Por lo tanto, podemos afirmar que la instrumentalización de la música respecto a la conducta humana no es, ni mucho menos, nuevo.
Los beneficios de la musicoterapia se producen en diferentes niveles tales como el sensorial, el motor, el creativo, el crítico, el cognitivo o el de la memoria.
Nivel cognitivo
La musicoterapia se ha revelado como una herramienta terapéutica clave en la estimulación cognitiva, especialmente en niños y jóvenes.
La exposición y participación activa en actividades musicales desencadenan una serie de procesos neuronales que impulsan la orientación, la atención y el aprendizaje. Al interactuar con la música, se establecen nuevas conexiones neuronales que potencian habilidades cognitivas.
Más allá de esto, la música es un vehículo para la estimulación del lenguaje. Al aprender canciones o escuchar melodías, se fomenta la comunicación, tanto verbal como no verbal, y se refuerzan las estructuras lingüísticas, lo que a largo plazo contribuye al desarrollo del lenguaje.
Nivel social y emocional
Desde una perspectiva socioemocional, la musicoterapia ofrece un espacio seguro donde los individuos pueden expresarse, interactuar y conectar con otros.
Participar en sesiones grupales de musicoterapia fomenta habilidades sociales como la escucha activa, el trabajo en equipo y el respeto mutuo. Estas interacciones mejoradas pueden traducirse en relaciones más fuertes y saludables fuera de la terapia.
Además, al experimentar logros a través de la música, como aprender una nueva canción o instrumento, el individuo refuerza su autoestima. También, la música tiene el poder de evocar y regular emociones, ayudando a manejar y reducir la ansiedad y otros problemas emocionales, proporcionando un refugio emocional y previniendo el aislamiento.
Nivel físico
La música, ya sea a través del ritmo o la melodía, estimula el movimiento. Por ejemplo, al tocar un instrumento o al bailar al ritmo de una canción, se trabaja la movilidad articular y se fortalece la musculatura.
Estos movimientos rítmicos y coordinados también pueden ayudar a liberar tensiones acumuladas, propiciando una relajación muscular posterior. Esta liberación de tensión no solo tiene beneficios físicos, sino que también se refleja en una reducción del estrés y la ansiedad, demostrando que cuerpo y mente están intrínsecamente conectados en el proceso terapéutico de la música.
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