Las relaciones familiares son el núcleo que sostiene nuestra vida emocional. Sin embargo, no siempre es fácil mantener un ambiente sano y armonioso entre los miembros de la familia. La rutina, los desacuerdos o las diferencias de carácter pueden generar tensiones. Pero, ¿cómo podemos fomentar una relación familiar basada en el respeto, la comprensión y el apoyo mutuo? En este artículo, te damos algunos consejos prácticos y efectivos para conseguir una relación familiar sana y fortalecer los lazos que te unen a tus seres queridos.
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¿Qué es una relación familiar sana?
Alejado del concepto de familia tradicional, con sus respectivos deberes y obligaciones, aparece el concepto de la relación familiar sana. Esta debe enriquecer a todos los miembros y aportarle a su sociabilidad. En una familia sana, las discordancias se hablan y aceptan, los disgustos se comparten y superan y las iniciativas, el afecto y la confianza imperan.
Del núcleo familiar obtenemos valores, sentimientos y sensaciones que nos convierten en personas únicas y especiales. Sin embargo, no es sencillo crear un vínculo o relación familiar sana. Sea como sea cada uno y su versión ideal de relación en familia, analizamos las bases de una relación familiar sana.
Las bases de una relación sana en una familia
Aunque cada casa es un mundo y cada persona tiene unos ideales y valores. Sin embargo, en la construcción de cualquier relación sana existen algunas características o bases compartidas. Son estas:
1-. Comunicación
Igual que con nuestros compañeros de trabajo y nuestros amigos, comunicarnos con nuestra familia es de vital importancia. Como en otros grupos o contextos, una familia se compone de personas que se relacionan entre sí. Por ello, basar la relación con tu familia en una comunicación mutua y empática es de vital importancia. Crea un espacio en el que se puedan expresar, debatir y comentar los diferentes problemas o preocupaciones que aparecen.
2-. Respeto
Muchas veces confundimos familia con obligaciones. Es usual tener algunos prejuicios sobre nuestros relativos más cercanos. Por ejemplo, “como padre o madre no debería hacer o decir esto” es una premisa tan común como falsa. Además de familiares, son personas y, como ello, merecen respeto. Busca crear una relación familiar basada en la tolerancia, muy importante en núcleos familiares.
Además, en este sentido, debemos ser conscientes que no existe nadie perfecto. Las personas nos equivocamos, tenemos personalidades distintas, puntos de vista diferentes. Sin embargo, desde el respeto y la tolerancia, podemos desprendernos de aquello superficial que podría entorpecer nuestra relación con la familia.
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3-. Refugio de armonía
Aprender a escuchar a los demás, saber aceptar nuestras diferencias y dejar al margen sentimientos negativos es de vital importancia para crear una relación familiar estable y sana. Cuando los problemas, disgustos, desconfianzas o situaciones incómodas lleguen, intenta recordar qué es lo importante. Por mucho que cueste, alguna vez también deberemos ceder ante los demás.
Ahora que conoces las claves para construir una relación familiar sana, es momento de ponerlas en práctica con tus seres queridos. Recuerda que fortalecer los lazos familiares es un proceso continuo que requiere esfuerzo, comunicación y, sobre todo, mucha empatía.
